jueves, 22 de mayo de 2008

ESTADISTICAS Y TENDENCIAS DE LOS DESASTRES


El año pasado hubo más desastres que en cualquier otro año del decenio anterior. Afortunadamente, los desastres de 2002 fueron menos mortíferos, cobraron 24.500 vidas cuando el promedio anual del decenio es de 62.000. Sin embargo, tuvieron consecuencias mucho más graves. La enorme cantidad de damnificados, 608 millones, equivale al triple del promedio anual del decenio 1992-2001. Tan sólo en la India, la sequía afectó a 300 millones de personas en 2002. Estas cifras no incluyen datos sobre los afectados por la guerra y la hambruna o las enfermedades provocadas por conflictos armados ya que, aunque resulte increíble, no existen datos mundiales sobre estas emergencias más complejas.
Los desastres siguen afectando principalmente a los países más pobres y menos adelantados. Del total de muertos en 2002, sólo el 6% vivía en países de alto desarrollo humano (ADH). Paralelamente, los países de bajo desarrollo humano (BDH) registraron el menor número de desastres del decenio, pero la cantidad de muertos es mucho mayor. En cuanto al número de muertos en desastres, el promedio es de 555 en los países de BDH, 133 en los de desarrollo humano medio (DHM), y 18 en los de ADH.
El número de muertos en desastres sigue siendo bajo en los países muy desarrollados, pero los costos finanancieros son altísimos. En 2002, el monto global de los daños causados en desastres ascendió a 27.000 millones de dólares; más de dos tercios de esa suma pertenece a países de ADH, mientras que los países de BDH representan tan sólo el 0,15% de dicha suma. El motivo principal de esta diferencia reside en el alto valor financiero de la infraestructura de los países desarrollados. En lo que se refiere a la infraestructura en los países BDH, las ingentes pérdidas financieras, saltan a la vista cuando el elemento de comparación es el producto bruto interno (PBI) en lugar del monto en dólares.
Los desastres relacionados con el clima siguen en aumento: el promedio anual pasó de 200, en el quinquenio 1993-1997, a 331, en el quinquenio 1998-2003. En todo el decenio, la hambruna fue el desastre más mortífero ya que 275 mil personas, como mínimo, murieron de inanición y, muy probablemente, esta cifra esta lejos de la realidad. Ahora bien, el número de damnificados por inundaciones supera la suma de los demás desastres naturales y tecnológicos, pues la media anual se cifra en 140 millones.
En el decenio de 1993-2002, el total mundial de muertos en desastres naturales y tecnológicos acusa una disminución del 38% respecto al decenio 1983-1992, pero el total de damnificados en ese mismo período registra un aumento del 54%.

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